PERCEPCIÓN

Percepción

La percepción comprende el uso concreto de los cinco sentidos más allá de la vista y el oído, los únicos que tendemos a asociar al espectáculo.

1_ La tactilidad

Aunque aparentemente excluida de la experiencia del espectador occidental, mantenido a respetable distancia del escenario e invitado únicamente a escuchar y mirar sin intervenir, la tactilidad desempeña un papel a través de la percepción del movimiento y la activación de la sensorialidad, por ejemplo; gracias a la utilización de elementos naturales como la tierra el agua, el fuego. El sentido del tacto convierte el arte dramático, en un juego fundamentalmente carnal, sensual (Barrault, director francés)

La representación teatral es una mezcla, colectiva, un acto de amor verdadero, una comunión sensual de dos grupos humanos.

En suma, hay dos tipos de teatro: un teatro seco en el que el escenario no es mas que un lugar de simbolización, donde solo cuenta la imagen “limpia” y la abstracción del texto; un teatro húmedo en el que la experiencia estética consiste en hacer tocar con el dedo la realidad sucia y cotidiana.

La memoria corporal que la danza suscita a través de los cambios de estabilidad de equilibrio, de tonicidad, nos recuerda nuestra historia personal, inscrita en nuestro cuerpo y constantemente activa por el espectáculo.

2_ El olfato y el gusto.

Extremadamente solicitada en las formas de teatro polar, donde la fiesta y la ingestión de alimentos se mezclan con el espectáculo, el olfato y el gusto suelen ser neutralizados en occidente, con excepciones notables: el teatro olfativo, algunos espectáculos durante los cuales se prepara y consume comida en el escenario, antes de ofrecerle al publico una vez acabadas la cocina y la función.

La aproximación fenomenológica del espectáculo tiende a reconvertir al espectador en el centro de todo, a hacer de el director de escena necesario de la masa de los estímulos, de los signos y de los materiales que no se dejan reducir a un único sentido. Integra todas las percepciones heterogéneas, reúne, por ejemplo, lo visual y lo sonoro, lo cognoscitivo y lo sensible, la gestual y la psicología. Sea bajo la forma del cuerpo pensante o del “cuerpo en el espíritu”, la percepción del espectador se sitúa en el lugar estratégico donde transcurre la experiencia teatral en su complejidad y su irreductibilidad.